30 marzo 2006

'Cena Cero'


Estoy fofo. No fofo fofo, pero algo sí. Yo que siempre fui un palilllo ahora parece que estoy embarazado de mes y medio. Barriga cervecera la llaman. Claro, que yo muy de cervezas no soy. Es genético. Los hombres de mi famillia no engordan de forma ordenada (unos kilitos por allí, unos kilitos por allá) no. Todos acumulamos lípidos en la panza, de suerte que de lado uno parece un cruasán.

No es algo de lo que me haya dado cuenta de sopetón. Un servidor es despitao pero no tanto. Lo que ocurre es que alguna neurona en mi cabeza ha patinao y he decidido poner manos a la obra. Bueno eso y que los pantalones (esos grises que te pusiste en el cumpleaños de Pepito y que te sirven pa cuando no sabes que ponerte) como os podéis imaginar estan un poco (bastante) apretaditos y o me los pongo por las rodillas o me corto la circulacion al sentarme. Es por eso que he decidido inaugurar mi propio método de dieta.

Como soy mu práctico, siempre he pensao que para adelgazar hay que pasar hambre. Es decir, nada de pastillitas y menus raros. También hay que hacer deporte, pero no tengo ni tiempo ni muchas ganas, la verdad. A lo que iba. La he llamado Cena cero un nombre mu americano tipo Zona Cero o Libertad Duradera. Hasta podría tener un logo así como C-C o algo. Así, de primeras, ya la imprimo de caracter. Lo segundo ha sido dotarla de contenido. Para los que no seais muy despiertos, consiste precisamente en no cenar nada o comer cosas como frutita o galletitas sin grasa. De este modo sólo hago un desayuno fuerte y un almuerzo normal. Café a media tarde y a la camita. Por la noche hay que matar el hambre a tortas. "Para presumir hay que sufrir", ¿no?

Si funciona, lo mismo la patento pero no tengo muchas esperanzas.

11 marzo 2006

Derecho a la información


Hace dos años, algo nos despertó de nuestro letargo. Cuarenta aspirantes a Capote descubrimos a mitad de camino en qué consiste esta profesión. A las 7.38 minuto arriba, minuto abajo; algo se rompió a la vez en Santa Eugenia, El Pozo, Téllez y Atocha. A la vez allí y a la vez en nuestra concepción del periodismo. Aprendí mucho más ese día que en todo un año. Prensa de referencia, llaman al rotativo. Debe ser así. Todos los del país lo copiaron. Mucha sangre en imágenes y sonidos. Traspiés de unos y de otros. Morbo autorizado en beneficio de la actualidad. 191 vidas rotas y otras tantas conciencias removidas. Como si fuera bueno, nos llaman la Promoción del 11M. Hubiera preferido ser promoción a secas. Para quienes todavía creen que fue una experiencia profesional dura pero irrepetible y para los que creemos que no.

A mis compañeros...

05 marzo 2006

Algo se mueve en Japón

Sobredosis kitsch. Algo así como el "dale a tu cuerpo alegría Macarena" pero en nipón. el grupo musical Hinoi Team, cuatro jovenzuelas de entre 14 y 15 años (Hikaru Koyama, Rina Takenaka, Keika Matsuoka capitaneadas por Asuka Hinoi, la que va de rosa) es para desconojonarse de la risa. Como la mayoría de las chicas japonesas de su edad les encanta el rollo manga y se les nota en su forma de vestir y en las coreografías de los bailes. Cuando las veo moviéndose al compás no puedo dejar de pensar en esas máquinas recreativas para bailar que son tan populares en Japón. Para que juzguéis por vosotros mismos aquí tenéis el video de Night of fire donde hace una participación especial un tal Korikki (el gordo, que es una especie a King Africa... vamos).




Tengo que reconocer que el ritmo machacón me encanta. No puedo sacarme la musiquilla de la cabeza y cada vez que tengo un bajón me veo el video para animarme. Dentro de nada seguro que están vendiendo discos por aquí. En las discotecas chunta chunta de Ibiza o Valencia serían bien recibidas. Hay quien me ha dicho que el ritmillo es bastante bueno para hacer aerobic, en fin...

02 marzo 2006

Prostitutas del glamour

¿Qué cantidad de carne puede tener un metro ochenta embutido en una talla 34? Hace tiempo que intentan vendernos la extrema delgadez como belleza. Como cuando en su momento se vendió que para ser el 'cool' del grupo tenías que fumar. Ahora los cigarrillos matan (entonces también) y los fumadores son algo así como unos apestados.

Hace unas semanas se celebró la Pasarela Cibeles, (esa cutre-copia de las de verdad, las de París o Milán, un fenómeno que se repite en el caso de los Goya y los Oscars). En ese desfile glamouroso 2006 saltó el escándalo. Mujeres con cuerpos de niñas y con ojos idos en sus caras de enferma. ¿Qué tienen de novedoso los maniquís anoréxicos? Desgraciadamente nada. Ya hace años que los diseñadores buscan una imagen andrógina en sus nínfulas. Quieren desposeerlas de unos atributos que muchos de ellos desearían para sí o bien lograr una moda asexuada válida para gustos ambiguos.

Muchos claman al cielo pidiendo soluciones y disparan a ciegas buscando culpables. Los responsables están ahí. Bastaría una palabra de un créateur y garabatos más anchos en sus cuadernos de diseños. Ya me escamó cuando Karl Lagerfeld, el muso de Chanel, pasó de ser un simpático (bastante) fofo a un escuálido repelentón tras unas gafas de sol.

Siempre me fijo en los pases de lencería. Primero porque soy un baboso y segundo porque para eso escogen a mujeres con tallas por encima de la 40. Para eso sí. Echo de menos la época de las Claudia Schiffer, Elle Mcperson o Naomi Campbell que, al menos, tenían sus curvas.

En Cibeles, las canijas se han quedado también con la lencería. Estamos en la era Kate Moss, paradigma de la modelo al gusto del proxeneta de la moda. Huesos que mitigan el hambre (cuando no las depresiones) con cocaína o cosas peores. Kate nunca pensó que saldría en una portada dando clases de cómo esnifar. Varias empresas cancelaron sus contratos de promoción con ella. Falsa Moral. Nuestra amiga Kate, de 32 años, ganará este año 15 millones de dólares en contratos publicitarios, más del doble que el año pasado. Buen ejemplo para esas pizpiretas aspirantes a Miss España.

Mierda de vida