
...pero no es tan guay como todo el mundo piensa. Sí, te pagan más y tienes tus merecidos días de descanso pero te comes los mismos marrones que si fueras becario. No desaparece la figura del que está ahí para tocarte las partes pudientes y, por supuesto, descubres que las jornadas son igual de largas. O peor, porque tenemos un becario que hace menos horas. A los amigos y "amigos" que están por ahí les digo que se siente la misma inseguridad ante la pérdida de empleo. No penséis que soy un ingrato, uno se siente bastante afortunado porque sabe que por ahí hay otros 39 compañeros, alguno de los cuáles se lo merece más que yo, sin saber que será de su futuro. Tampoco se me escapa que muchos pronuncian entre dientes maldiciones a mi paso. Además echo de menos los líos y las broncas "de frente" del grupo A. Por aquí las cosas funcionan de otro modo.